TOLEDO SPAIN

  La antigua central térmica se encuentra en un estado de deterioro importante, que hace muy difícil el poder cuantificar cuan de complicada es su restauración completa o parcial, para su conservación y capacidad de adaptarse a usos y necesidades actuales.  Los sucesivos intentos de transformar el uso del edificio durante su historia han hecho que su forma y distribución haya cambiado, creando un collage de retales y modificaciones que hace difícil el dictaminar su valor arquitectónico.  A simple vista se pueden reconocer grandes problemas con filtraciones y estado general de la cubierta y parte de la estructura principal. La gran cristalera esta muy deteriorada, y presumiblemente haya de ser remplazada teniendo en cuenta el estado de la armadura dentro del marco de hormigón. La estructura principal se encuentra en un estado aceptable a simple vista, pero los muros de fachada deben de ser reparados o remplazados dado que su estado no es aceptable y carecen del valor histórico del resto de la nave. En el interior se aprecian intentos de adaptación al espacio por medio de tabiques de ladrillo que carecen de valor historio y mucho menos estético o funcional. 

 T emplo propone una soluciones necesarias, dada la urgencia del estado actual del edificio y para las futuras funciones del edificio. La propuesta decide envolver y ordenar un tetris de formas que necesitan encajarse para crear una imagen de sobriedad y elegancia. Como un templo griego con frontón, cornisa, columnata y basamento, la nave aparece dentro del recinto como un monolito de formas simples y delicadas que contrastan con las formas industriales y aparentemente desordenadas del su alrededor. Dentro la nave dista mucho de la disfuncionalidad de los templos, encontrando  espacios que nos muestran una fabrica moderna y actual, donde tanto el trabajador como el visitante encuentra un espacio de luz, silencio y limpieza abstraído de lo exterior,  pero sin perder la esencia de que nos encontramos en un edificio industrial. Los espacios públicos siempre se encuentran con grandes ventanales que permiten divisar el exterior y la actividad, mientras que los espacios de trabajo están protegidos por elementos que aíslan del bullicio exterior.