La Gran vía es un ente vivo que late a todas horas donde se juntan Madrileños con turistas y turistas con comerciantes. Podemos encontrarles mil similitudes con avenidas como Broadway en NY,  Shibuya en Tokio,  o incluso con algunas de las parisinas avenidas del Barón Haussmann. De hecho, la intervención histórica de la Gran Vía es muy similar a aquellas que el Barón realizo en Paris y que han convertido a la capital francesa en un foco de atención mundial durante décadas. Paris paso de ser una ciudad medieval a convertirse en la ciudad mas moderna de su tiempo. Es para nosotros un reto el hacer de Gran vía un foco actual de atención mundial, que sirva como referencia para otras ciudades haciendo de ella un ejemplo singular de urbanismo, cultura y funcionalidad.

  A la hora de intervenir en un área tan compleja pero a la vez tan atractiva, nuestro  ojo se fijo intuitivamente en la problemática de flujos vehiculares y peatonales. En los dos casos la Gran Vía es una arteria importantísima para la vida diaria de madrileños y turistas.  Las densidades de flujo vehicular y peatonal hacen que sea esencial el organizarlos de tal manera que el espacio este estructurado  para ser fluido a  la vez que  estéticamente atrayente.

  En el aspecto peatonal, observamos la dificultad de atravesar la gran vía sin encontrarse con hordas de gente que fotografía, camina, observa y compra o vende sus productos, a lo que hay que añadir, árboles, quioscos, farolas y paradas de metro y autobús un espacio de 7 metros de ancho. En nuestra propuesta es esencial el proporcionar al ámbito peatonal un espacio mayor para no solo facilitar el flujo de personas, sino para también adecuar parte de la acera a  la implantación de mobiliario urbano. Esto otorga al transeúnte una franja “oasis” donde poder comer, descansar leer o jugar sin interrumpir el paso al peatón que simplemente quiere atravesar la Gran vía.  La propuesta divide conceptualmente la acera en tres partes distintivas que a simple vista son una. Por un lado la parte peatonal, por otro la parte de mobiliario urbano con árboles y zonas de terraza, y por ultimo el carril para bicicletas que actúa como paso intermedio entre el peatón y los vehículos.  Tres formas de utilizar la gran vía, en un mismo ámbito, el cual esta integrado por un sistema  de pavimento prefabricado modular, de losas con un dibujo geométrico ornamental que otorga a la acera un  valor significativo sobre las demás vías.

  En el ámbito vehicular nuestra imagen de la Gran vía es la de la mezcla entre los peatones y el coche. El objetivo no es eliminar el coche, ya que pensamos que es un elemento principal y necesario en la Gran vía, no solo por un aspecto funcional pero también estético ha de ser integrarlo de una manera no solo eficaz y estéticamente agradable. Nuestra propuesta apuesta por los modelos de ciudades como Londres donde se paga la utilización de ciertas vías para evitar la congestión.  Solo residentes y trasporte publico y comercial estaría exentos de pagar,  de tal manera que el trafico seria reducido  pero no eliminado. De esta manera pretendemos reducir el numero de carriles. El actual sistema que se compone  de 4 carriles de trafico privado mas usos de trafico para el transporte publico.  Nuestra propuesta reduce el numero de carriles privados a 2 y mantenemos los dos carriles de transporte publico. Según hemos observado el principal problema de el carril bus, es que cuando  los taxis o los autobuses realizan su parada, obligan al vehiculo de detrás a desplazarse al carril de trafico privado lo cual congestiona el trafico.  La idea es que con los 3,5 metros que hemos ganado a cada lado de quitar un dos carriles, creamos un sistema, que dependiendo de las necesidades contextuales se convierte en zonas de carga y descarga de gente y mercancías, y en otros casos zona peatonal donde se organiza el mobiliario urbano.

 Diferenciando a la Gran vía de las grandes avenidas parisinas de Haussmann, vemos que la gran vía no es rectilínea, y que en cambio se divide en tres  tramos, que acaban todos ellos en un espacio abierto. El primero que abarca desde el edifico Metrópoli hasta la red de san Luis, El segundo que acaba en la plaza de Callao, y el ultimo que finaliza en plaza de España.  Cada uno de esos tramos tiene una características que vienen dadas por la naturaleza de los usos de los edificios de cada tramo. La investigación, la tecnología, y el espectáculo. Nuestra segunda acción ha sido una serie de elementos  que hicieran de la Gran vía una referencia y que tuvieran relación con cada uno de los tramos al que pertenece.

  Para esto otra vez obtenemos ideas de otras ciudades, como puedan ser Barcelona, Londres o Chicago donde encontramos ejemplos de escultura a escala arquitectónica que además participan de lo urbano. El parque del milenio en Chicago con la obra de Jaume Plensa, o la torre de Anish Kapoor en Londres,  incluso el pabellón de Barcelona de Mies Van der Rohe.  Las tres propuestas para cada localización se convierten en focos culturales, educativos  e informativos para los ciudadanos de Madrid,  y en atracciones  para los turistas y visitantes donde puedan interactuar con la gente de la ciudad.

 Los elementos se obtienen todos de la misma forma geométrica, construido por el mismo sistema prefabricado modular de un dibujo geométrico ornamental, pero que esta vez esta realizado en acero y cristal.  Dependiendo de la posición en que se colocamos  se adapta mejor a su función obteniendo tres edificios distintos. Un Aula polivalente donde la gente puede ir a mirar su correo electrónico, o recibir un curso en informática. Este se situaría en el cruce de la calle Montera con la Gran vía. Dicho elemento esta basado en el pabellón de Barcelona. El segundo seria en la plaza de Callo, y serviría de mirador privilegiado donde poder tener vistas  de la Gran vía y de gran parte de Madrid.  El ejemplo mas reciente es la torre de Anish Kapoor para las Olimpiadas de Londres.  El ultimo elemento se colocaría en la Plaza de España y seria un teatro para 100 personas donde poder celebrar  obras, conciertos o actos. Una gran pantalla proyectaría imágenes de la representación, así como imágenes de Madrid de la misma manera que lo hace la escultura digital de Jaume Plensa en Chicago.

  Por ultimo nos interesa el uso de la Gran vía para eventos masivos como son la Noche en Blanco, la cabalgata de Reyes magos, manifestaciones o la época navideña incluso la celebración de un mundial. Nuestro concepto era el de crear un elemento estético que sirviera como imagen representativa de la Gran vía.  ¿Que harían los artistas Christo y Jean Claude? Una visión de la Gran vía que representara artísticamente  la visión y el esfuerzo que supuso en su dia su construcción. Un hilo de luz que recorriera la Gran vía iluminándola, cosiéndola,  que vista cenitalmente aparecería como una tela de araña que trazaría el ámbito, representando  perceptivamente la cirugía urbana que la Gran vía supuso. Es un cable que puede colocarse de manera eventual durante la celebración de los eventos  y que sirviera como sello identificativos de Madrid en el mundo. El cable llevaría en su interior LEDs programables para dar distintos colores e intensidades esto permitiria iluminar la gran vía en varios colores, uno único o incluso crear movimiento, dependiendo de la necesidad del evento. El bajo consumo de los LEDs  nos permite alimentar los con una franja de panel fotovoltaico en la parte superior del cable, reduciendo el consumo eléctrico. De la misma manera que cada año se colocan las luces de la navidad, salvo que al ser un cable  único su colocación seria mucho mas ágil ya que serian colocados de farola a farola donde se anclarían fácilmente.  Al ser autosuficiente energéticamente puede mantenerse durante periodos mas largos o incluso de manera perdurable. Imágenes como las del Pont Neuf en Paris, o las Cayos de Florida cubiertos por una tela hicieron de la ciudades focos de atención mundial.